El aire caliente de Hotland la envolvió casi de inmediato. El calor era sofocante, y la neblina espesa del vapor dificultaba la visión. Frisk caminó con cautela, ajustando su ropa mientras sentía cómo las gotas de sudor caían por su frente. El sonido de sus pasos resonaba en la piedra caliente que se extendía ante ella. El rugir del calor, como una bestia en el fondo de un pozo, vibraba en sus huesos.
En la distancia, el resplandor de luces brillaba de manera caótica, reflejando una energía que parecía estar viva. Las paredes estaban cubiertas con tubos y maquinaria, chispas que surgían de la electricidad en las superficies. Hotland no era un lugar común. Era un laberinto de tecnología avanzada, creada por el mismo reino que la había atrapado aquí. Frisk sabía que el camino por delante no sería fácil, pero su determinación la mantenía firme.
Se detuvo en seco al escuchar un ruido.
Unos pasos sigilosos. Cortos. Rápidos.
Frisk no movió un músculo, su cuerpo quieto como una piedra. En su mente, Chara estaba en silencio, observando, esperando.
De repente, una figura apareció en la entrada de una de las muchas pasadizos cercanos. Un pequeño robot flotante, con una gran sonrisa grabada en su pantalla, se acercó rápidamente.
— "¡HOLA, HUMANO!" —exclamó el robot, la voz saltando entre el eco de la caverna—. "¡BIENVENIDO A HOTLAND, EL CORAZÓN DE LA TECNOLOGÍA DEL SUBSUELO!"
Frisk observó al robot por un momento, sin mover un dedo.
— "¿Qué eres?" —preguntó, con voz calmada.
El robot vibró un poco, como si la pregunta le hubiera sorprendido.
— "¡SOY MTT, EL MÁS GRANDE INVENTO DE LA TECNOLOGÍA DEL SUBSUELO! ¡ESTÁS A PUNTO DE VERLO EN ACCIÓN!"
Frisk levantó una ceja, pero no respondió. El robot flotaba hacia ella con una velocidad inusitada, y antes de que pudiera parpadear, comenzó a emitir una serie de luces brillantes.
— "¡PREPÁRATE! ¡HE VENIDO A PROBAR TU VALOR!"
Frisk no se movió. Solo observó cómo el robot parecía encenderse con una energía frenética. Algo en su interior le decía que, a pesar de la actitud exuberante de MTT, no sería una amenaza real, al menos no todavía.
El robot hizo un giro brusco, lanzando una corriente de energía hacia ella. Frisk, moviéndose con la rapidez de siempre, esquivó con facilidad el ataque. Sin embargo, MTT no parecía rendirse.
— "¡NO ES TAN FÁCIL ELUDIRLO!" —se burló, cambiando su forma y lanzando una lluvia de misiles hacia Frisk.
La joven, usando su agilidad y su velocidad, saltó a un lado, dejando que los proyectiles pasaran a su lado sin darles un solo resquicio para golpearla.
Frisk observó detenidamente la forma del robot, buscando patrones. No estaba buscando hacerle daño. Quería que el combate terminara sin enfrentamientos. Su mirada se cruzó con la pantalla de MTT, que mostró una especie de expresión confundida.
— "¿Por qué no atacas?" —preguntó el robot, por primera vez perdiendo la sonrisa en su pantalla.
Frisk no respondió, solo siguió observando. Sin embargo, algo parecía haber cambiado en el comportamiento de MTT. El robot dejó de lanzar proyectiles y empezó a volverse más errático, como si estuviera reconsiderando su existencia.
— "No tengo que hacer esto, ¿verdad?" —dijo, casi como si estuviera hablándose a sí mismo. "No tengo que seguir con esta rutina".
Frisk dio un paso hacia adelante, sin decir una palabra. En sus ojos había una calma que parecía transmitirse en cada uno de sus movimientos.
MTT, con un zumbido de desesperación, se detuvo y flotó hacia un lado.
— "Lo... lo siento. ¡Voy a dejar de atacar! ¡Prometido!"
Frisk sonrió ligeramente. No era necesario decir nada más. A veces, los encuentros no se ganaban con fuerza. A veces, solo necesitabas esperar.
El robot se desactivó lentamente, y su forma se desvaneció, dejando atrás solo una leve chispa que se apagó casi de inmediato.
Con el camino despejado, Frisk continuó avanzando. El calor de Hotland parecía estar creciendo con cada paso que daba, y pronto se dio cuenta de que el lugar estaba lleno de trampas y obstáculos mecánicos que dificultaban aún más su avance. Pero no se detuvo. Su misión era clara, y nada iba a apartarla de su objetivo.
Mientras caminaba, las paredes metálicas a su alrededor empezaron a tomar una forma más familiar. El sonido del agua que había estado presente en las áreas anteriores ahora era reemplazado por el ruido constante de máquinas y la vibración de la tecnología avanzada que parecía estar viva.
De repente, un fuerte resplandor iluminó el camino por delante. Frisk se detuvo al instante, alertada. En el borde de su visión, una figura imponente se alzó frente a ella.
— "¿Cómo te atreves a avanzar tan rápido?" —la voz resonó como un trueno, vibrando en cada rincón de Hotland.
Frisk levantó la vista y vio a un monstruo de gran tamaño, con una apariencia humana pero claramente mejorada con tecnología avanzada. Tenía ojos artificiales que brillaban con una luz roja intensa, y su cuerpo estaba cubierto por un exoesqueleto mecánico que se movía con precisión.
Era un guardia de Asgore. Y no estaba dispuesto a dejar que Frisk siguiera adelante sin un buen motivo.
— "Detente ahí, humano. Este es el último obstáculo antes de llegar al castillo", dijo el guardia, haciendo crujir sus puños metálicos con una fuerza aterradora.
Frisk se preparó para lo que venía. Esta vez, no había más espacio para la evasión. El combate era inevitable.
Frisk avanzó cautelosamente hacia la imponente figura del guardia. El calor de Hotland aumentaba con cada paso, y la maquinaria resonaba alrededor, una cacofonía de sonidos que vibraban en los huesos de la joven. Frente a ella, el guardia de Asgore se mantenía firme, con su exoesqueleto mecánico brillando con un resplandor metálico.
La máquina parecía observarla, midiendo cada uno de sus movimientos. Era claro que no iba a dejarla pasar sin una buena razón, y Frisk sabía que no podía evadir este obstáculo de la misma manera que lo hizo con MTT. Este no era un enemigo que pudiera simplemente ignorar.
La gran figura del guardia levantó uno de sus puños metálicos, preparándose para un ataque devastador. Frisk no podía permitirse ser atrapada por ese golpe. Los datos en su mente se alinearon rápidamente: el guardia probablemente tenía una defensa considerable, y un solo error podría costarle mucho.
— "Detente ahí, humano", dijo el guardia con voz grave, como si cada palabra estuviera hecha de hierro. "Si intentas pasar, no vas a llegar muy lejos."
Frisk no respondió. Su mente estaba enfocada en lo que vendría. Aunque su corazón latía más rápido de lo normal, sabía que no podía dejar que el miedo la controlara. Esto no era como en el principio del viaje, donde todo parecía una simple historia. Ahora estaba inmersa en el conflicto, en la lucha, y cada paso la acercaba más al destino final.
Con un movimiento rápido, el guardia levantó el brazo y lo lanzó hacia Frisk, como una masa de acero imparable. Pero la joven, al igual que con los misiles de MTT, reaccionó a tiempo. Dio un salto hacia un lado, y la mano del guardia pasó por encima de ella, creando una corriente de aire que la empujó levemente hacia atrás. El suelo vibró por el impacto de su puño contra el pavimento de piedra.
Frisk no perdió tiempo. Inmediatamente, con su velocidad natural, se deslizó detrás del guardia, acercándose a él con la intención de aprovechar su momento de debilidad. A lo lejos, los ruidos de la maquinaria parecían ahogar cualquier otro sonido. Su mente seguía enfocada en la única pregunta: ¿cómo derrotar a este oponente sin ser destruida?
El guardia, al darse cuenta de su movimiento, giró con una rapidez sorprendente. El exoesqueleto chirrió, pero la fuerza de su giro le dio la suficiente ventaja como para esquivar la aproximación de Frisk.
— "Eres más rápido de lo que pensaba, humano. Pero eso no será suficiente", gruñó el guardia mientras comenzaba a generar energía a su alrededor, la luz de su armamento iluminando el espacio como si fuera un faro brillante.
El guardia avanzó de nuevo, esta vez con una lluvia de golpes. Cada puño lanzado era acompañado por un resplandor cegador. Frisk, sin embargo, no perdió la compostura. Sabía que no podía seguir esquivando indefinidamente. Necesitaba encontrar una forma de neutralizar a este enemigo.
A su alrededor, las paredes de Hotland comenzaban a oscurecerse, la humedad del vapor se condensaba en gotas pesadas que caían del techo, mojando el suelo resbaladizo. El calor era agobiante, pero Frisk, al igual que con todos los obstáculos, mantuvo la calma.
— "¡Tienes que ser más rápido si quieres sobrevivir!" —le gritó el guardia mientras lanzaba un nuevo golpe con ambos puños.
Frisk esquivó el primer golpe, saltando hacia un lado con agilidad, pero el segundo puño la alcanzó en el costado, dejándole una pequeña marca roja en la piel. El dolor fue breve, pero suficiente para recordarle que la batalla se estaba intensificando.
El enfrentamiento continuó sin tregua. Frisk se movía con agilidad, evitando el pesado exoesqueleto del guardia y buscando un momento de vulnerabilidad. Cada paso que daba era una danza precisa, esquivando golpes como si su cuerpo tuviera memoria de cada uno de ellos, de cada movimiento que había aprendido durante su viaje.
El guardia, sin embargo, no cedía. Con cada ataque, su poder se manifestaba en una explosión de luz y fuerza, como si el propio Asgore estuviera canalizando su voluntad a través de la máquina. Frisk sabía que no era solo un guardia, era una representación de la determinación del rey para mantener a salvo lo que quedaba del Subsuelo.
"Te he dado suficiente espacio, humano," dijo la máquina, su voz metálica resonando en las paredes de Hotland. "Ahora prepárate para enfrentar tu destino."
Frisk no se dejó intimidar. Sus pensamientos eran claros, tan claros como el sonido que resonaba en su mente. Determinación.
Su ALMA vibraba, resonando con la energía que corría por su cuerpo. Una espada de Determinación, una extensión de su propia voluntad. No era un arma física, sino un reflejo de su interior. En ese instante, la espada surgió, brillante con la luz de su propia alma.
El guardia cargó hacia ella, su brazo metálico elevado para aplastarla en un solo golpe. Pero Frisk, con una rapidez que sorprendió incluso a la máquina, levantó su espada. La hoja de Determinación brilló en el aire, proyectando destellos de luz, y la levantó en un ángulo preciso, apuntando hacia el punto débil del exoesqueleto del guardia.
El impacto fue fuerte. La espada atravesó la armadura de la máquina, hundiéndose en una de las aberturas de su torso metálico. Aunque no fue un golpe mortal, sí desestabilizó al guardia, quien dio un paso atrás, claramente sorprendido por la acción. Las chispas volaron a su alrededor mientras la máquina intentaba recuperar el control.
"¿Qué... qué haces, humano?" gruñó el guardia, tambaleándose levemente. "No deberías poder... ¡esto no está permitido!"
Frisk no contestó. No tenía tiempo para palabras. La oportunidad de atacar se desvanecía rápidamente, y el guardia estaba preparado para una contraofensiva. Sabía que no podía arriesgarse a seguir atacando sin pensar. Así que, con rapidez, saltó hacia atrás, esquivando la onda de choque que surgió de la explosión de energía que el guardia liberó de su cuerpo.
La batalla había cambiado. El guardia no estaba tan seguro de sí mismo ahora, pero seguía siendo un enemigo formidable. Frisk respiró profundamente, recogiendo sus pensamientos. Sabía que debía mantenerse centrada.
El guardia empezó a generar una enorme esfera de energía roja en sus manos, una manifestación de poder destructivo que le permitiría lanzar un golpe devastador. Frisk podía sentir la presión del aire que se comprimía alrededor de la esfera. Sabía que el tiempo se agotaba.
Pero entonces, una idea atravesó su mente, tan clara como el brillo de su espada. Era hora de terminar con esto.
Con un rápido movimiento, se acercó al guardia, esquivando su último golpe con un salto lateral. El guardia lanzó la esfera de energía, pero Frisk, anticipándose a su movimiento, usó su habilidad de Determinación para proyectar un escudo de energía. La esfera explotó contra el escudo, enviando ondas de choque por toda la sala, pero el impacto no la alcanzó.
Frisk no perdió la oportunidad. Corrió hacia el guardia, moviéndose más rápido que antes, esquivando los fragmentos de metal que caían a su alrededor. Con un golpe preciso, levantó su espada de Determinación nuevamente, apuntando directamente hacia el núcleo del exoesqueleto del guardia. Un resplandor cegador llenó el espacio cuando la espada penetró profundamente en la maquinaria, desactivando el sistema.
El guardia dio un paso atrás, su energía finalmente disipándose. Su forma metálica titiló antes de caer de rodillas, su cuerpo colapsando en una pila de piezas desactivadas. El silencio cayó sobre el lugar.
Frisk respiraba agitadamente, su cuerpo aún vibrando con la energía del combate. Había ganado, pero sabía que esto solo era un paso más hacia su objetivo final. Asgore seguía adelante, esperando.
Frisk dio un paso atrás, mirando el cadáver de la máquina. Había derrotado a su oponente, pero no podía permitir que la victoria la cegara. El camino seguía adelante, y el verdadero desafío aún la esperaba.
Se giró, mirando hacia la siguiente puerta. Más allá, el calor de Hotland esperaba, y en su corazón, Frisk sabía que el verdadero enemigo estaba cerca.
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[Estado de FRISK actualizado:]
LV: 2
ATK: 3
VEL: 5
DEF: 2
HP: 18/20
EXP: 70/100