Luciano se ajustó el cuello de su chaqueta negra con detalles dorados mientras caminaba por los pasillos de la base. Su destino era la torre donde Konan solía pasar su tiempo organizando los asuntos de la aldea. Había estado esperando este momento, una oportunidad para compartir tiempo a solas con ella, lejos de las responsabilidades y el bullicio de la organización.
Al llegar a la torre, encontró a Konan mirando por la ventana, la tenue luz del atardecer iluminando su silueta. Se giró al escuchar sus pasos, su expresión serena pero con un brillo especial en los ojos al verlo.
—¿Lista para nuestra cita? —preguntó él con una sonrisa.
Konan avanza con elegancia. Vestía una túnica azul oscuro con detalles en plata, diferente a su atuendo habitual. Su cabello estaba recogido en un moño suelto, dejando algunos mechones marcando su rostro.
—Sí, estoy lista —respondió con una pequeña sonrisa.
Luciano le ofreció su brazo, y ella lo tomó sin vacilar. Juntos abandonando la base, caminando por los pasillos de la aldea hasta llegar a las afueras, donde el ambiente era más tranquilo y privado.
La primera parada fue un restaurante discreto pero elegante, iluminado por farolillos cálidos. Se sentaron en un rincón apartado, y Luciano se encargó de ordenar una cena especial para ambos. Mientras comían, la conversación fluyó con facilidad. Hablaron de momentos pasados, de sus metas, de lo que los hacía felices. Konan, quien solía ser reservado, se abrió más de lo habitual, compartiendo recuerdos de su infancia y sus pensamientos más profundos.
—Es extraño... —murmuró en algún momento, jugando con su copa de sake—. No suelo relajarme así con facilidad, pero contigo... se siente natural.
Luciano le tomó la mano con suavidad, acariciando el dorso con el pulgar.
—Me alegra saberlo. Quiero que siempre te sientas así conmigo.
Konan mantuvo su mirada por un momento antes de sonreír levemente. Luego, él pagó la cuenta y la guio fuera del restaurante.
La siguiente parada fue un lago tranquilo a las afueras de la aldea, donde los cerezos en flor soltaban sus pétalos al viento. Se sentaron en un banco de madera, disfrutando del silencio y la belleza del paisaje. Luciano pasó un brazo alrededor de sus hombros, atrayéndola hacia él.
—No suelo hacer esto... —susurró Konan, recostándose ligeramente contra él.
—¿Pasar tiempo con alguien o disfrutar de una cita? —bromeó él.
Ella alisadora con suavidad. —Ambas.
Luciano se inclinó y depositó un beso en su sien. —Entonces me aseguraré de que esta noche sea especial para ti.
Después de un rato, Luciano la tomó de la mano y la guió hacia la última parada: un campo de entrenamiento abandonado en lo alto de una colina, donde la vista de la luna era simplemente perfecta. La luz plateada bañaba el lugar, reflejándose en los ojos ámbar de Konan. El viento nocturno movía suavemente su cabello mientras ella observaba el paisaje en silencio.
—Es hermoso —susurró.
Luciano la abrazó por la espalda, apoyando su mentón en su hombro.
—Tú eres hermosa —murmuró contra su piel.
Konan sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, pero no por el frío de la noche. Se giró levemente en sus brazos, quedando cara a cara con él. Sus respiraciones se mezclaban en el aire fresco.
—Luciano... —susurró su nombre, con un tono cargado de emoción contenida.
Él no esperaba más. Con, suavidad inclinó su rostro y selló sus labios en un beso lento, profundo, cargado de deseo y sentimientos acumulados. Konan respondió de inmediato, deslizando sus brazos alrededor de su cuello mientras el beso se volvía más apasionado.
Por cada segundo que pasaba el beso se iba haciendo mas lujurioso, después de unos 5 minutos nos separamos por la falta de aire.
Konan empezó a quitarme la parte de arriba de mi ropa.
Konan estas seguro de esto, si pasamos esta línea ya no habrá vuelta atrás, estas segura.
Konan solo se acerco me dio otro beso, hace mucho tiempo que no siento esto por un hombre y por fin que e vuelto a encontrarlo no voy a soltarlo.
Al ver su confirmación volvimos a besarnos, después de un rato empecé a besarle el cuello, mientras tanto le estaba quitando la ropa.
Poco a poco me acerque a sus grandes pechos y empecé a chupar sus pezón izquierdo y jugar con el derecho.
Konan solo soltaba pequeños gemidos mientras me tocaba el pelo y los cuernos.
Poco a poco la fui acostando en el suelo y le quite lo que le quedaba de ropa y seguí bajando por su cuerpo, cuando llegue a su coño empecé a jugar con sus muslos y sus ya mojadas bragas se empezaron a mojar aun mas.
Entonces le quite las bragas y empecé a morder su clítoris y meter dos dedos con mii chakra virando a gran potencia en su interior.
Konan solo podía arquear su espalda del placer , sin que se lo esperara metí un tercero y aumente la vibración. Esto provoco que Konan tuviera un gran orgasmo que provoco que se arqueara por el placer y manchara todo el césped con sus fluidos.
Eso a sido increíble, pero ahora me toca a mi.
Me dijo Konan, mientras se acercaba a mi a mientras sus piernas temblaban y fallan van a veces. Cuando llego me quito los pantalones y los calzoncillos.
Es demasiado grande, me va a partir en dos. Decía con una mirada pervertida.
Konan empezó a lamer el tronco de mi ya erecto miembro y poco a poco se iba acercando a mi punta.
Cuando llego empezó a hacerme una mamada, ella pudo engullir la mitad de mi miembro cosa que me sorprendió porque en esta posición es difícil.
Me corro le grite a Konan mientras la agarraba de la cabe y de una estocada echaba todo mi semen en su garganta.
Konan tenia lagrimitas a los costados de sus ojos, pero también una sonrisa boba.
Ahora ven hazme tuya decía mientras se acostaba y con sus manos habría su coño.
Yo me acerque y sin un miramiento clave todo mi miembro dentro de ella, mi miembro entro dentro de sus útero.
Konan tuvo un gran orgasmos solo por meter mi polla dentro de ella.
Empecé a moverme mientras Konan solo gemía del placer, acelere el rito de mis envestidas de repente lo que provoco que Konan llegara a otro orgasmo.
Luciano dame mas rápido y fuerte.
Decía Konan con un gran sonrojo mientras me agarraba del cuello y empezaba a besarme.
Haciendo caso a su pedido aumente la velocidad y la fuerza de mis envestidas la fuerza era tanta que empecé a dejar una marca roja a los alrededores de su coño.
Pero parecía que en vez de dolerle esto le daba mas placer.
Me puse de pies u eleve la parte baja del cuerpo de Konan y empecé a embestirla en esta posición.
Mi miembro entro incluso más en esta posición, lo que hizo que Konan tuviera otro orgasmo.
Me corro grite mientras envestía a una gran velocidad a Konan con una ultima le llene todo el útero con mi semilla.
Konan tuvo un gran orgasmo que hizo que sacara la lengua.
Sin esperar nada la eleve por la cintura y la abrace mientras seguía penetrándola de pie abrazados.
Konan empezó a morderme el hombro del placer mientras soltaba gemidos sin parar.
Ahora empecé a dar embestidas mas fuertes, lo que provoco que Konan empezaba a morderme mas fuerte por el placer.
Me acerque a un árbol y la baje y le di la vuelta y empecé a volver a penetrarla mientras ella se apoyaba al árbol como podía.
Después de unos 2 minutos de envetadas la agarre por las tetas y empecé a dar embestidas mas fuertes que hacia que sus pies se despegándola del suelo.
Empecé a sentir que me correría pronto por lo que le bese los labios y con una envestida vacié toda una carga dentro de su útero.
Esto provoco que Konan callera flácida del placer y lo único que la sostenía era mi polla y mis brazos.
Cuando deje de besarla, Konan esta respirando con dificultades.
Eres lo mejor que me a pasado decía mientras que con su brazo izquierdo rodeaba mi cabeza y empezaba a besarme nuevamente.
Y yo solo le devolví el beso mientras la abrazaba mas fuerte hacia mi cuerpo, y tu junto a Nagato, Natsumi y Hanabi me habéis demostrado que aun hay personas en las que se pueden confiar decía con una gran sonrisa mientras la volvía a besar.
Ya se porque Natsumi y Hanabi aceptaron compartirte ellas no podrían competir contra ti ellas solas. Decía con una pequeña risita.
Bueno en verdad lo hacen bien simplemente que tengo mucha resistencia.
Bueno que tal si terminamos con esto dijo Konan mientras me tiraba al suelo y empezaba a saltar sobre mi polla a gran velocidad.
Yo simplemente la agarraba el culo y hacia que bajara con mas fuerza lo que provocaba que mi polla empezara a marcarse en su estomago y Konan tuviera barios orgasmos por el placer.
Que tal si subimos la velocidad, decía mientras la acostaba conmigo y la envestía a una gran velocidad.
Konan sentía tanto placer que empezó a correrse una vez tras otra.
Me corro grite mientras aumentaba aun mas la velocidad de las envestidas.
Con una ultima envestida me corrí dentro de su coño y Konan tuvo un gran orgasmo y termino cayendo sin fuerzas en mis brazos.
A sido el mejor sexo que e tenido en mi vida me decía Konan mientras me miraba al los ojos con mucha pasión.
Me alegra que te allá gustado, dije mientras la besaba.
Konan ahora que eres mi mujer te gustaría mudarte con Natsumi , Hanaby y conmigo a una casa cuando la compre.
Claro dijo mientras me daba un largo beso.
Que tal si dormimos un rato después de todo no viene nadie a este campo de entrenamiento nunca.
Claro decía Konan mientras me abrazaba mas fuerte.
Yo simplemente atraje la parte superior de mi kimono y nos tape mientras hacia mi cuerpo se calentara con el elemento fuego.
Le di un ultimo beso y los dos nos dormimos del cansancio.