Cherreads

Chapter 12 - Capítulo 12

Arkon vio el techo de mármol, sintió la brisa fresca de las tierras baldías, algo muy raro para esos lares.

Y no menos importante, el olor rancio y podrido de Rexes quien tenía su cabeza arriba de su pecho haciendo que no pudiera respirar bien.

Con fuerza, levantó la cabeza de su amigo, quien tenía docenas de cicatrices debido al ataque de las ratas asesinas del clan Eshin, quienes recibían contratos tanto de sus congéneres como de otras facciones.

Al ver esto, el rey de Grecia utilizo sus poderes divinos y rayos de luces envolvió a toda la ciudad, las cicatrices de Rexes desaparecieron y pelaje dorado las reemplazo mientras que sus parpados finalmente volvieron.

"mi señor Arkon" dijo un soldado hoplita cuando vio a su rey, quien vestía sus ropas blancas con detalles dorados intrincados y su corona de laureles dorados.

Todos al escuchar esto, se pusieron más firmes que una lanza, su cabeza bien en alto y levantando su pecho con orgullo.

Sin embargo, esto no sirvió cuando el rey fue atacado en sus aposentos, esto sirvió como aviso debido a su negligencia como guardia personal del rey de Grecia, de ahora en más, la guardia se triplicará, tanto en infantería, infantería de proyectil y aérea, incluso los alrededores serán revisados de arriba abajo.

"descansen. Soldados esto no es culpa suya, esto fue orquestado por un clan especializado en asesinato, pero esto no quedara impune, el clan Eshin no está aquí, pero uno de los tantos clanes que tienen si, vamos a por ellos y darles el mensaje que con Grecia hay que pagar un precio"

Dijo Arkon con mirada de acero y enojo.

"mi señor Arkon ¿Cuáles son sus órdenes?" preguntó un soldado.

"paso a paso, conquistemos las tierras baldías y poco después iremos a ayudar a Belegar con los skavens que tienen al sur, y con los enemigos que tienen. Después haremos una campaña al desierto al sur nuestro, y si podemos ayudar y conseguir más aliados mejor. La guerra del fin de los tiempos no la podemos luchar solos." Dijo Arkon mientras miraba a los cientos de soldados.

Él no tuvo la necesidad de gritar, ya que solo con la energía de su voz, todos y cada uno de ellos consiguieron escuchar como si estuviera al lado suyo.

"¡si mi señor!" respondieron todos juntos, ellos se retiraron para dar las noticias a sus superiores y hermanos de batalla.

En el cielo, los toxotes, peltastas y gastrafitas apuntaron sus armas al cielo en un instante, era un pegaso montado por un kataskopos.

"mi señor Arkon, Belegar necesita ayuda, el clan Mors dio un ataque total a sus ciudades, no podrán aguantar mucho, ellos son emboscados incluso cuando van por los túneles." Dijo el hombre explorador de forma concisa.

Arkon al escuchar esto, comenzó a pensar de forma acelerada y en un instante dijo.

"dividiremos el ejército, que una mitad de las ciudades envíen soldados y la otra más de lo mismo para la conquista, iré personalmente a ayudar a Belegar, que Aquiles sigue liderando la campaña, y cuando termine que ataque por el oeste a los skavens."

"a la orden mi señor." Respondió el kataskopos.

"que vengan todos los mirmidones, hetairoi y gastrafitas, iremos por los pasajes del inframundo, tu irás rápido a darle las noticias a Belegar con la mayor velocidad, que las ciudades envíen ejércitos de apoyo a Belegar y a sus ciudades más importantes, vamos a demostrar de porque Grecia será un gran aliado." Dijo Arkon mientras se iba a sus aposentos a buscar su armadura.

Media hora después, cuatro regimientos de cada, junto con dos grupos de minotauros toros, cuatro ciclopes ancestrales, un grupo de mantícoras, un grupo de quimeras y un grupo de medusas partieron al este, a la ciudad orca más próxima a su posición.

Aquiles mientras tanto, fue al suroeste a conquistar la ultima ciudad orca de la provincia y las ordenes de su rey fue mantener la posición hasta que reciban ordenes, poco después deben mantener esas tierras seguras de orcos salvajes, goblins y demás bestias peligrosas dentro de sus tierras.

Arkon en el camino también dijo a un grupo de kataskopos que protejan las fronteras del norte y el noreste, y si un mensajero enano pide ayuda para mantener las líneas, que solo envíen tropas, los colosos de oro se moverán continuamente por si hay un waagh de los pieles verdes.

Los hetairoi estaban arriba de grandes leones de nemea, y debido a las investigaciones o mejoras del propio templo, estos se volvieron mas pesados, mas grandes y mas peligrosos, pero no al nivel de Rexes que era el doble de grande que ellos, y debido a que la ciudad orca estaba cerca, solo se necesito solo la mañana para verla y como antes, Arkon ordenó la formación.

Pero esta vez iba a ser diferente, sacó su pergamino de cuero y seleccionó la nube de tormenta, su mano derecha se llenó de arcos eléctricos y niebla negra y él apunto al cielo en la ciudad, al instante el cielo despejado comenzó a crear nubes negras que expulsaban grandes gotas de lluvia torrencial y en un instante la ciudad fue invadida por rayos.

Estos impactaban en los orcos en las murallas, en el suelo, a sus bestias como arañas jineteadas por goblins, arachnarok, sus gigantes salvajes, trolls e incluso sus edificios toscos y brutales fueron golpeados y estos por el impacto se desarmaban debido a la fuerza a la vez que aplastaban sus residentes.

Sin perder el tiempo, Arkon mando a los minotauros a asediar la puerta, las mantícoras junto con los gastrafitas comenzaron a disparar desde sus rifles de repetición y púas envenenadas y solo unas pocas fallaron, los ciclopes fueron a las torres y pareciera que su fuerza era incalculable ya que necesitaron pocos golpes para derrumbarlas.

Los minotauros toro con sus armaduras doradas y sus hachas de doble cabeza fueron directos a sus enemigos, pero no embistieron, sino que los cuernearon con sus cornamentas mandando a volar a docenas y docenas de orcos, algunos impactaron con los suyos, otros en los edificios o caían al suelo, pero nunca más se levantaron.

Y por las puertas entraron un ejercito dorado con capas azules al igual que sus crestas y sus escudos pintados con forma de león, sin miedo estos fueron a los orcos y cuando vieron que estos levantaron sus arcos, levantaron sus escudos dorados y los proyectiles ni siquiera se quedaron incrustados.

Los humanos devolvieron el fuego y esta vez con virotes del tamaño del antebrazo, pero delgados y muy afilados, al punto que pudieron atravesar el objetivo, pero su fuerza disminuyo hacia su segundo objetivo ya que solo se incrusto solo un poco en su piel, algo que un orco puede aguantar fácilmente.

La munición tanto de los gastrafitas, centauros y medusas de sus rifles de repetición se habían terminado en poco tiempo, lo cual volvieron a sus armas originales, que debido a las mejoras se volvieron aún más mortíferas y su precisión solo aumento aún más porque las mejoras tanto de las unidades míticas como soldados humanos habían terminado.

Los mirmidones que tenían sus escudos levantados se hicieron un lado para que sus compañeros de batalla, los hetairoi con sus leones cargaran con estos salvajes pieles verdes, estos con su increíble fuerza podrían romper la piedra y la madera de un golpe y ni hablar de forma continua.

Los gigantes salvajes fueron con sus grandes mazas hechas de madera y hueso con forma puntiaguda y cuando estaban a punto de golpearlo, sus ojos se desviaron a las mujeres mitad serpientes con armadura dorada, cuerpos verdes y detalles azules, y estas sin perder el tiempo usaron su mirada petrificadora, en un instante sus cuerpos se volvieron de piedra, tanto su carne como sus accesorios y armas.

Y debido a la gravedad estos iban hacia los soldados humanos pero las enormes quimeras, del tamaño de Rexes, fueron hacia estas y las empujaron hacia atrás, gracias a la inteligencia de la cabra estos soldados se salvaron, y la cola de dragón al ver cientos de orcos amontonados, escupió fuego abrasador casi como aceite pegado al cuerpo de alguien.

Los ciclopes ancestrales fueron directos a las bestias de gran tamaño y como siempre, las levantaron con una sola mano y las mandaron a volar haciendo que varias veces impacten en sus edificios rompiéndolos y sus escombros cayeron al ejercito enemigo, cuando pensaron los orcos que este ejercito era dorado, debido a que sus pieles se volvieron doradas haciendo que sus armas que tenían filo se quebraran.

Su jefe de guerra orco quien montaba un jabalí gigante salvaje había mandado a volar a muchos soldados humanos debido a su gigante cuerpo y fuerza, aun en marcha no paraba de matar con sus armas tocas, pero llenas de sangre sin embargo los dos fueron enviados al suelo debido a un león de nemea gigante.

Arkon debido a que tenia correas fuertemente hechas e incrustadas a la silla de su león, no se había caído y como estaba acostumbrado a los rápidos movimientos de su león no se había mareado aun incluso cuando Rexes estaba clavando sus colmillos al jabalí gigante, él no perdió tiempo debido a la necesidad de ser rápido, entonces de su mano derecha un arco eléctrico blanco comenzó a envolver su mano y en menos de un segundo fue al jefe de guerra orco.

Al ver su cuerpo chamuscado, Arkon levanto las riendas de su león y se fue junto a los hetairoi a hacer una carga en la retaguardia enemiga debido a que el frente estaba siendo rápidamente dominado por sus fuerzas, todos los jinetes de león lo siguieron y en un instante rodearon la ciudad y todos los leones se agazaparon al igual que sus jinetes.

Cuando vieron a los orcos y goblins con arcos retroceder, Rexes fue el primero en levantarse y rugir con fuerza el cielo, y como siempre el rugido aturdió a toda la ciudad y aprovechando el estado de sus enemigos todos los leones y jinetes comenzaron a hacer una masacre con estos arqueros.

Y después de matar al ultimo goblin que estaba escondido dentro de una torre, la ciudad fue conquistada como las demás y no solo eso, también apareció la notificación de que la ultima ciudad de la provincia que dejaron fue tomada por completo, Aquiles había cumplido sus órdenes.

Entonces una luz envolvió a toda la ciudad y en un instante se volvió tierra griega, Arkon para cuando termino de dar las ordenes en las ciudades nuevas que conquisto ya se había hecho de noche, seleccionó el poder de la recuperación tanto para los edificios como para sus soldados.

Los regimientos habían recuperado sus números y para la mañana siguiente partirían hacia el norte donde la ciudad orca estaba en la frontera tanto de Grecia como de los enanos de Belegar, estos mientras tanto recibieron refuerzos griegos, tantos soldados humanos como por bestias de Grecia.

La primera ciudad enana del lado occidental de la provincia era la que tenía la situación más precaria lo cual los refuerzan fueron ahí de forma prioritaria, de los pasajes del inframundo salieron y salieron refuerzos, todos tenían armaduras doradas y sus armas tenían un brillo sutil, sea su lanza, escudos, punta de flechas, espadas, armaduras.

Esta era la magia del dios de la forja Hefesto o un remanente de sus conocimientos cuando cayo muerto tratando de defender este mundo del caos.

Los soldados sin perder el tiempo, fueron hacia las murallas que estaban siendo todo lo que podían aguantar, los que primero llegaron fueron los hipaspistas, la contra infantería de Grecia por excelencia, ellos apenas subieron a las murallas apuntaron sus espadas a los huecos de las armaduras de las ratas gigantes.

Los enanos que estaban arriba fueron reemplazados por estos guerreros dorados con capas azules, ellos esquivaban o se protegían con sus escudos redondos con facilidad como si pudieran leer los movimientos de las ratas del clan Mors, pero los enanos vieron que incluso ellos estaban siendo abrumados por las ratas.

Lo cual se unieron con ellos a pelear y tener por lo menos las murallas sin ratas.

En la zona de la puerta, numerosos enanos fueron posicionados ahí para proteger la ciudad que tenían ciudadanos enanos y comerciantes de otras tierras, sin embargo, ellos eran pocos debido al asedio de días de las ratas y cuando pensaron que todo se calmaría por lo menos un poco, la tierra debajo de ellos comenzó a temblar.

"¡retrocedan rápido!" dijo un capitán de un regimiento de enanos barbas largas.

Todos le hicieron caso con rapidez y la infantería de proyectil prepararon sus ballestas y armas de fuero hacia la tierra que se movía, y en un instante como si explotara la tierra se abrió con fuerza y de esta salían sin parar ratas con armaduras completas de color rojo con escudos de metal y espadas envenenadas con bacterias e infecciones comunes para los skavens, pero no para el resto de razas.

Y sin esperar ordenes los enanos dispararon, el resto de enanos levantaron sus escudos y prepararon sus lanzas y alabardas esperando que las ratas se inserten solos en estas armas largas, pero pareciera que no tuviera fin, la tierra ahuecada expulsaba sin parar ratas que al parecer eran la elite de la infantería común del clan Mors.

Ellos resistieron lo más que podían, pero los números de las ratas seguían subiendo y por más que maten incluso sin mirar no parecía contar, pero de la nada detrás de ellos escucharon el rugir de una bestia muy parecido a los leones blancos de los altos elfos, pero aún más salvaje y peligroso.

Y cuando una barba larga se dio la vuelta, vio a un enorme león, con cabeza de cabra, cola de dragón y extremidades traseras de cabra, antes de que pudiera decir algo de la bestia que media igual de alto que una casa, la cola de dragón escupió fuego en dirección de los skavens.

Los enanos al ver el fuego retrocedieron rápido debido a que seguramente eran el regimiento de dracohierros finalmente habían repuesto su munición, pero al ver la enorme bestia solo se asustaron por un segundo para poco después prepararse para pelear contra la bestia, sin embargo, el gobernador de esta ciudad, un enano ingeniero seleccionado por Belegar, vino corriendo con su rifle de larga distancia.

"¡no teman hermanos, los refuerzos aliados finalmente vinieron!" dijo el enano ingeniero.

Al escuchar esto, todos vitorearon y a lo lejos escucharon pasos unísonos ruidosos junto con gritos de guerra y cuernos de batalla de Grecia.

Un ejército dorado comenzó a vislumbrarse incluso comenzó a reflejar el sol y llamando la atención de los ciudadanos que estaban escondidos en sus casas o refugios hechos en especial por si sucedía un evento como este asedio.

Y detrás del ejercito había una caballería de guerreros dorados con escudos y armas doradas montados leones dorados, otros tenían armaduras ligeras y armas simples como una lanza y un sombrero dorado en contra del sol.

Las bestias que los seguían eran minotauros con armaduras doradas y hachas del mismo material, centauros con grandes arcos y numerosas aljabas, enormes bestias con cabeza de dragón, pero con cuerpo gris como la piedra.

En el frente de todos, un capitán del regimiento de elite de Grecia, un mirmidón habló con el gobernador enano.

"en el nombre del rey Arkon, Grecia envía aliados a combatir a sus enemigos, solo dé la orden señor, Grecia la cumplirá." Dijo el mirmidón mientras hacia el gesto de saludo de Grecia.

"los quiero ver combatir con estas sucias ratas, todas nuestras fuerzas están preparadas y cuando de la orden nuestras maquinarias comenzaran a disparar fuego expansivo y ahí los dos combatiremos juntos." Dijo el enano.

El mirmidón solo asintió y las fuerzas griegas se movieron a las puertas para aniquilar a las ratas.

Las murallas fueron recuperadas, la infantería de proyectil rápidamente subió y comenzaron a disparar sin ni siquiera apuntar debido a que afuera de las murallas todos los skavens estaban amontonados.

Debido a una coincidencia, todo quedo en silencio y la artillería enana comenzó a disparar sin piedad limpiando gran parte del terreno de afuera y de forma rápida abrieron las puertas de acero pesado enano, los enanos bajaron las palancas del mecanismo de la puerta y los primeros en salir serian las bestias de Grecia.

Los minotauros toro comenzaron a mugir y golpear el suelo con sus pezuñas, algunos incluso resoplaban de forma ruidosa debido a la emoción que tienen dentro de sus cuerpos de liberar toda su fuerza contra este nuevo enemigo y apenas se abrieron las puertas, estos fueron rápidos a afuera y debido a su fuerza los skaven murieron por el impacto del choque.

Sin embargo, los minotauros fueron objetivo de las ratas ogro, una especialidad del clan Mors debido a que su clan es conocido de tener bestias horripilantes, pero con el debido entrenamiento podían controlarlas y utilizarlas incluso en embocadas.

Pero las ratas ogro no esperaban que sus oponentes fueran no solo protegidos con armaduras y armas, sino que incluso teniendo figura humanoide debido a sus torsos y manos, los treinta dos minotauros escogieron cada uno una rata ogro y yendo con velocidad a cada uno de estos los mandaron a volar aplastando a mas skavens.

Sin parar balancearon sus hachas gigantes doradas, incluso llegaron agarrar skavens para lanzarlo contra otros, agarraban sus cabezas y las aplastaban con la fuerza de sus manos, utilizaron sus cuerpos como armas y cuando no servían mas lo lanzaban al primero que se cruce.

Los siguientes en salir de la puerta fueron las quimeras y estas apenas salieron se separaron y cuando estuvieron completamente rodeadas, sus colas de dragón comenzaron a expulsar fuego alrededor suyo llevándose a cientos de skavens, la cabeza del león agarraba a unos cuantos skavens y con fuerza las aplasto con sus fauces, la cabeza de cabra solo podía morder una por una y la cola de dragón los agarraba y los zamarreaba.

Poco después los soldados humanos y enanos salieron e hicieron formación de escudos mientras que la infantería de proyectil estaba detrás suyo, los hoplitas con sus lanzas de tres metros tiraban con fuerza sus armas y otro los ayudaba a traerla más rápido y esto fue lo mismo con los enanos.

Las mantícoras y centauros comenzaron a hacer una lluvia de flechas y disparos a los skavens, pero rápidamente todo dio un cambio brusco, varias abominaciones skaven comenzaron a ingresar en el campo de batalla y a orden del gobernador enano la artillería enana comenzó a concentrarse en estas abominaciones.

Aunque la artillería las hacia caer y detenerlas por un tiempo, faltaba mucho para hacerlas caer de forma definitiva sin embargo la unidad de elite de Grecia, los gastrafitas debido a las mejoras de la fortaleza o mejor dicho filósofos, todas las unidades de elite hacían mucho mas daño a las bestias o unidades míticas de otras razas.

Los ciento veinte de ellos, levantaron sus ballestas y apoyándolas en sus cinturas debido a que sus rifles se les acabó la munición, estos tardaron un segundo para apuntar y los enormes virotes imbuidos en magia impactaron de lleno a una de las abominaciones, cuando llego el ultimo proyectil este cayó al suelo, pero aún estaba vivo, y eso no significaba que no le hizo nada, pero al menos sabían que necesitaban dos tandas de virotes.

More Chapters