Dominic Lewis era un mercenario de élite. No creía en el destino, mucho menos en la reencarnación. Pero la traición vino de quien menos lo esperaba: su amante y compañera de batallas, Kiara. Un disparo certero al corazón. Oscuridad. Silencio.
Hasta que despertó.
No en una camilla, no en un hospital... sino en un círculo mágico tallado en piedra, desnudo, cubierto de símbolos arcanos que brillaban con un resplandor carmesí.
[¡Bienvenido, Dominic Lewis!
Has sido elegido por el Sistema Arcano de Reencarnación.][Clase: Guerrero de Sangre – Nivel 1][Misiones activas: Sobrevive. Descubre tu destino. Reclama a tus consortes.]
—¿Sistema...? ¿Esto es una broma? —murmuró, observando una interfaz flotante frente a sus ojos. Como un videojuego, pero más... real. Más intenso. Su cuerpo estaba más joven, más fuerte. Su corazón latía con furia.
Entonces la vio: una elfa de ojos dorados y piel resplandeciente, apuntándole con una lanza. Su mirada era fría... pero sus mejillas se sonrojaron.
—¡Dominic! ¿Tú eres el elegido...? —susurró ella, bajando el arma. Sus labios temblaban—. Los dioses dijeron que vendrías. Que serías mío.
Y no sería la única.
El sistema no solo le dio una segunda oportunidad. Le otorgó un poder que se alimentaba de magia... y deseo. Las mujeres ligadas a él por el destino potenciaban su fuerza, y él... las transformaba también.
Pero con cada vínculo, con cada batalla, Dominic descubriría que su vida pasada estaba lejos de estar enterrada. Alguien movía los hilos, incluso en este mundo.
Y esta vez, Dominic no pensaba morir sin pelear.