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Ultraman Robo: La Sincronización del Destino

KevinA12
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Synopsis
Cuando monstruos gigantes emergen de otra dimensión, la humanidad crea los Ultraman Robo, robots gigantes pilotados por humanos para defender el planeta. A medida que los Kaijus aumentan en número y fuerza, la batalla por la supervivencia de la humanidad se intensifica, llevando a la creación de nuevos modelos de Ultraman Robo para hacer frente a la creciente amenaza.
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Chapter 1 - La Guerra del Abismo

El mundo vivía en paz y tranquilidad… hasta que un día, sucedió lo impensable. Desde las profundidades de la Tierra, en la falla entre dos placas tectónicas, surgió el Abismo : una grieta dimensional que conectaba nuestro mundo con otro desconocido.

Era el verano del año 2000 cuando la alarma sonó por primera vez. Una bestia colosal surgió del Abismo. Al principio, nadie sabía cómo reaccionar… pero pronto quedó claro que no era amistosa. Avanzó con brutalidad, destruyendo ciudades y masacrando milles de habitantes. Durante tres largas semanas, el ejército intentó detenerla con todo su poder, pero fue en vano. Finalmente, lograron abatirla… pero a un costo devastador. Ciudades enteras en ruinas. Más de mil personas desaparecidas.

Pero este era solo el comienzo.

Dos semanas después, surgió otra criatura . Más grande. Más fuerte. Su piel, acorazada como el metal, resistía todo ataque. Las fuerzas militares, apenas recuperadas de la batalla anterior, hicieron lo imposible por contenerla… pero solo lograron ralentizarla. Hubo bajas. Muchas bajas.

Ante esta nueva amenaza, los gobiernos del mundo comprendieron que la humanidad estaba al borde de la extinción. Las armas convencionales no eran suficientes. La única opción era apostar por lo desconocido: tecnología avanzada que aún estaba en desarrollo, un proyecto que hasta entonces había sido considerado imposible .

Si algo nos estaba enviando monstruos, responderíamos con lo mismo.

Así nació el Proyecto Ultraman Robo . Robots gigantes especializados en combate cuerpo a cuerpo, diseñados para igualar la fuerza bruta de los kaiju y superarlos. Sin embargo, había un problema: el inmenso poder de estas máquinas no podía ser controlado por cualquiera. Para operarlos, era necesario establecer una conexión neuronal total entre el robot y su piloto.

El problema era que el cerebro humano no estaba preparado para soportar tal carga.

El Precio de la Sincronización

Los primeros intentos fueron desastrosos. Pilotos voluntarios se ofrecieron a la causa, pero la mayoría murió en los primeros segundos de sincronización. La sobrecarga neuronal era brutal: sangrados masivos, convulsiones, fallos cardíacos… Algunos gritaban de agonía mientras sus mentes colapsaban, otros simplemente caían muertos en el acto.

Incluso aquellos que lograban resistir unos minutos terminaban en coma o con daños cerebrales irreversibles. El proyecto casi fue cancelado. Demasiadas muertes. Sacrificios demasiados.

Pero la humanidad no podía rendirse.

La Primera Generación de Ultraman Rider

A través de un proceso de selección despiadado, donde solo los más fuertes y mentalmente resistentes sobrevivieron, nació la primera generación de Ultraman Rider .

Sin embargo, la tecnología aún no estaba perfecta .

Cada Ultraman Robo funcionaba con un núcleo de fusión experimental , una fuente de energía tan inestable que liberaba radiación cada vez que se activaba al máximo poder. Los científicos sabían del riesgo, pero no había tiempo para buscar una alternativa.

La primera batalla llegó antes de lo esperado.

Un kaiju de 70 metros de altura surgió del Abismo, más feroz que cualquier otro anterior. Se dirigió a una ciudad con más de 8 millones de habitantes. La única opción era enviar al Ultraman Robo al combate.

Y así comenzó la primera guerra entre titanes.

Los pilotos, sin experiencia en combate real, sintieron la carga neuronal aplastándolos. Pero el verdadero problema apareció cuando los núcleos de los Ultraman Robo alcanzaron su punto crítico.

La radiación era letal.

Los primeros síntomas fueron leves: mareos, visión borrosa. Pero a los 10 minutos de pelea, algunos pilotos comenzaron a sangrar por la nariz y los oídos. A los 20 minutos, uno de ellos colapsó dentro de la cabina, su cerebro frito por la exposición.

A pesar de esto, la humanidad ganó. El kaiju fue derrotado, la ciudad salvada… pero a qué costo.

Las Secuelas de la Victoria

Los pilotos que sobrevivieron apenas pudieron salir de su Ultraman Robo . Vomitaban sangre, sus cuerpos temblaban sin control. Fueron trasladados de inmediato a cuarentena… pero la verdad era inevitable: su tiempo estaba contado.

Los análisis revelaron que la exposición a la radiación del núcleo aceleraba el deterioro celular. Lo que debería tomar años, pasaba en cuestión de días.

Algunos pilotos murieron en cuestión de semanas. Otros desarrollaron tumores agresivos. A los que sobrevivieron, se les dio una esperanza de vida de no más de 5 años.

Pero la humanidad no tenía otra opción.

A pesar de las muertes, los líderes del mundo vieron la victoria como una prueba de que los Ultraman Robo eran la clave para ganar la guerra. Los científicos trabajaron contrarreloj para mejorar los núcleos y hacerlos más seguros… pero el tiempo jugaba en su contra.

Los kaiju seguían apareciendo.

Y los Ultraman Rider … seguían muriendo.

El Proyecto Final: El Último Ultraman Robo

Después de incontables sacrificios, los científicos lograron desarrollar un nuevo modelo de Ultraman Robo . Este no solo era el más poderoso jamás creado , sino que también su núcleo había sido perfeccionado para eliminar por completo la radiación mortal .

Finalmente, la humanidad tuvo una verdadera oportunidad de ganar la guerra.

Pero entonces ocurrió la tragedia.

El ataque a la base

Mientras los candidatos finales eran sometidos a pruebas para encontrar al piloto ideal, un kaiju emergió repentinamente y atacó la base donde se realizaban las pruebas .

Los activos de Ultraman Rider se pusieron en marcha para detenerlo… pero fue en vano.

Uno a uno, fueron cayendo. Para cuando el kaiju fue abatido, todos los pilotos y candidatos estaban muertos.

En medio del caos y la destrucción, una explosión sacudió la instalación . Entre los escombros, el hijo del coronel a cargo del Proyecto Ultraman Robo cayó accidentalmente dentro de la cabina del nuevo modelo .

Él no era un soldado. No era un piloto.

Pero en ese momento, entendió que era la única esperanza.

A pesar del miedo, tomó la decisión. Con un solo comando, activo la vinculación neuronal con el robot.

Lo que ocurrió después dejó a todos en shock.

La sincronización fue un éxito total.

Este nuevo modelo era diferente.

A diferencia de los anteriores, no tenía controles físicos. Su tecnología de sincronización neuronal estaba tan avanzada que el cuerpo del piloto quedaba inconsciente dentro de la cabina, permitiéndole controlar al Ultraman Robo con la mente.

Esa nueva conexión hizo al Ultraman Robo más rápido, más ágil y más letal que cualquier otro antes creado.

Así, sin haber sido entrenado, el hijo del coronel se convirtió en el último Ultraman Rider.

Y ahora, con el destino de la humanidad en sus manos, debe enfrentar la guerra que decidirá el futuro del mundo.