"Yuuma dice que es lo mejor que puede pasar, que la Monja con el Artefacto Sagrado tenga una conexión directa con Christel hará que sea más fácil que se una a la familia…"
"Genial~ entonces no tenemos que hacer nada, solo proteger a Christel y su grupo de lejos, por cierto y ese tipo de Dohnaseek?"
Mientras Calawana miraba la pantalla iluminada de un smartphone, Mitelt se estiraba de forma perezosa.
Ellas dos, ángeles caídos, no notaron que del otro lado de la plaza, un joven rubio con ropas elegantes y caras, también miraban en dirección de Christel y la monja, quienes se abrazaban, con una sonrisa lujuriosa y mirada posesiva.
"Cambio de planes, quiero capturar a esas dos ahora mismo… Esa energía, quiero devorarla. Ja, ja, ja, ja …"
"Quiere que las atrape ahora, Maestro…" Unas de las seguidoras con ropas de monjas detrás del joven hablo y dio un paso al frente, de las manos que apenas salían de su túnica, una energía verde empezó a emanar.
"No, hay mucha gente aquí y llamaremos la atención de los tipos de la iglesia, esperemos en la noche, descubre donde se quedarán…je, je, je, je…"
Todo esto fue escuchado por Christel, quien tenía toda la plaza y la pequeña ciudad de la iglesia bajo su aura espiritual.
Nadie, ni si quiera en la iglesia, ni la líder de los Youkais, puede sentir que están envueltas en el espíritu de Christel, y casi no hay escapatoria. Al menos hasta ahora no ha encontrado a nadie que pueda bloquear su percepción espiritual.
Por lo que, sin necesidad de mirar hacia la dirección de Calawana y Mitelt, o la dirección de Diodora, pueda escuchar con claridad sus conversaciones.
'Así que quieres capturarme… también quiero probar mi poder en este mundo…'
Mientras Christel prestaba atención a Diodora y veía hacia donde se dirigía, no dejaba de darle unas palmadas a la joven monja que lloraba en su hombro.
'Asia Argento, no aparece en la novela hasta después de un par de semanas de que Issei sea revivido y reencarnado en un demonio… ahora estamos en diciembre, y calculando, Asia llego a la Ciudad de Kuoh a mediados de abril, esto quiere decir que Asia estuvo vagando por las calles por cuatro meses?
Si no fuera por la ayuda de los ángeles caídos bajo el mando de Azazel, Asia tal vez habría muerto en este tiempo…'
Mientras Christel pensaba, en silencio, convoco un cuervo para seguir a Diodora, no quería estar prestando atención a sus movimientos siempre, le hacía sentir disgustado.
Después de unos minutos, el llanto de la joven monja fue disminuyendo.
"Como te sientes?"
"Estoy bien, gracias, lo siento, moje tu ropa… te compensaré… *gruñido*"
Entonces, mientras la joven monja hablaba, un gruñido vino desde su estómago. Desde el incidente en la mañana con ella curando al diablo, no ha comido nada.
Es más, en su devoción hacia la Virgen de Guadalupe, ha estado en ayunas con solo un vaso de agua en su cuerpo. Ahora que ya ha oscurecido, y después de desahogarse un poco, su cuerpo le ha devuelto la sensación del hambre.
"Yoo…."
"Sígueme"
Christel solo tomo su mano con firmeza y la arrastro a caminar hacia un costado, dejando la pizzería -La Caravella- y mandándole un mensaje a las chicas que iba a comprar algo y que regresaba. Llevo a hacia a doblar por una esquina hacia la derecha, luego en la siguiente calle a la izquierda.
Ya habían paseado por estas zona por la tarde después de dejar sus cosas en el hotel, por lo que Christel sabía dónde estaban las tiendas de ropa.
Tiendas como Bershka, Oysho, etc. Así como otros tipos de tiendas de bellezas, recuerdos relacionados con la iglesia y demás.
Por lo que Christel simplemente entro a una tienda y tomo unos vestidos según sus ojos y sus cálculos del cuerpo de Asia.
"esto… Esta…"
"Mi nombre es Christel"
"esto.. Christel, estas ropas?"
"Tu ropa esta mojada, si sigues así con este clima, morirás de hipotermia…"
Cuando Christel había recogido unas cuatro prendas, un hombre mal encarado se acercó con cara de pocos amigos.
Cuando estaba a punto de abrir la boca para regañar a estas dos niñas que parecían solo entrara su tienda a dañar sus ropas, la niña más pequeña de ellas le hablo directamente.
"Antes de que vayas a decir algo que provoque el cierre de tu tienda, solo consíguenos ropa interior y me llevare esto que tengo en la mano… pasa la tarjeta"
"oye niñ… eh? Platinum Black?" el hombre malencarado se entumeció, reconoció la tarjeta negra en la mano de la niña. Entonces un escalofrío paso por su espalda, no sabía de quien hija era esta niña, pero con solo esa tarjeta podría comprar la tienda y destruirla si quisiera.
"Lo siento, no vendemos ropa interior aquí…"
"mmm, no importa, pasa la tarjeta me llevo esto"
"Esto Christel, yo…"
"Por ahora, cámbiate la túnica de monja mojada, y ponte esta ropa, donde está el probador?"
"Al fondo…"
El hombre mal encarado dijo, Christel tomo la mano de la joven monja y camino al fondo del a tienda, donde había un acceso a probadores.
La temperatura interna de la tienda era buena para contrarrestar el frio, y aunque Christel puede mantener la temperatura de Asia, no es bueno dejarla caminar con ropa empapada en agua por ahí.
Entonces, con la presión seria de Christel sobre ella, Asia no tuvo más remedio que entrar y cambiarse de ropa.
Aunque Christel quería comprarle ropa interior, noto que su ropa estaba seca, aunque no sabe cómo, si toda ella estaba empapada chorreando de agua gracias a los múltiples cubetazos que le lanzaron sus excompañeras de convento.
Aunque se siente un poco tímida, y se avergüenza que una niña que se ve más joven que ella, le compre ropa, sintió una oleada de calor en su corazón, entonces, cuando se colocó el vestido blanco con diseños coloridos de flores, recordó la imagen de la Guadalupana y pensó que esto era su forma de ayudarla.
Con una sonrisa salió del vestidor, para ver a la niña con un par de botas cortas y blancas que le parecieron muy hermosas.
"Siéntate ahí"
Christel señalo un mueble donde Asia se sentó inconscientemente, entonces Christel se agacho y quito de sus pies mojados los zapatos sencillos y planos que las monjas suelen llevar.
Con una toalla, Christel seco sus pies y luego le coloco las botas pequeñas blancas.
Christel uso magia suavemente para eliminar la humedad de los pies de Asia y de todo su cuerpo, Asia solo sentía un calor que pensaba que era el cariño que nunca le habían demostrado.
Como mona, llamada Santa, normalmente hacia las cosas ella misma, cosas como lavar la ropa y preparar los alimentos eran comúnmente preparada por ella.
Y en ocasiones, tenía que servir a los sacerdotes y padres que llegaban al convento, hasta arrodillarse y ser ella quien les lavaba los pies a esos obispos y arzobispos.
Pero nunca nadie la había tratado con tanto cariño, y mucho menos, secarle los pies.
Al final, hacia salió de la mano de Christel aun aturdida y pensando que estaba soñando. Regresaron por el mismo camino y volvieron al lugar donde se toparon.
"AH! Christel-chan a donde fuiste"
Una chica con coletas gemelas de color castaño oscuro salió trotando de entre otras chicas que estaban paradas afuera del restaurante de pizza. Christel y cualquier hombre pudo admirar sus largas piernas envueltas en unas calcetas blancas con franjas verdes.
"Que compraste? Ropa? Por qué esta ropa esta mojada?"
"Ruruko, todos, lo siento, esta niña parece haber tenido un accidente y su ropa estaba mojada, solo la ayude a comprar nueva ropa para que no se enfermara…"
Christel camino junto con Ruruko y con Asia aun tomada de su mano y se acercó a las demás chicas.
La ropa mojada en la bolsa la trajo Christel, ya que por alguna razón, la joven monja no la quería tirar, así como los zapatos y medias que seguían empapados.
Asia Argento se disculpó con todas por tomar a su compañera y hacerles preocuparse, entonces se presentó con su nombre y dijo que acababa de salir del convento y de repente agua cayó sobre su cabeza.
Cuando Christel pregunto si había sobrado comida, todos miraron a Ruruko y a Koneko, quienes se avergonzaron. Sin decir más, Christel pidió algo rápido para Asia para llevar, mientras que las demás compañeras de clases iban de nuevo en un paseo o regresaban al hotel, todo en compañía de profesores.
Christel y su grupo regresaron al hotel que no se encontraba muy lejos. Como hacia parecía hambrienta y cansada, Christel y las demás le permitieron quedarse en la habitación.
Aunque Asia se puede encontrar mejor ahora, aún hay mucha tristeza dentro de su corazón, pero Christel sabe que esto solo se le puede dejar al tiempo.
Pero a la una de la mañana, cuando todos dormían, Christel abrió los ojos y con cuidado, se movió afuera de la cama, esquivando los brazos de Kunou y de no despertar a Asia del otro lado.
Koneko y Ravel dormían en otra cama a la derecha de la cama de Christel, y en la cama de la izquierda dormían Momo y Nana.
Al ver que todos dormían, por precaución, Christel convoco unas vides en las macetas de plantas de la habitación, y con su magia druídica, en las vides brotaron capullos que luego florecieron soltando un polen en el ambiente.
"Bueno, con esto dormirán" Christel susurro mientras se acercaba a la ventana, en su percepción busco a Calawana y Mitelt, quienes se encuentran en una habitación de otro hotel, dormidas.
Yasaka no se encuentra cerca, ya que tenía que presentarse ante las fuerzas de la iglesia, entablar unos asuntos y asegurar de que solo venia de viaje por su hija. Por lo que la líder de los Youkais, el zorro de nueve colas se encuentra ahora en otro hotel y se unirá al grupo escolar en la mañana.
Por lo que Christel, tuvo tiempo libre, y usando una magia especial, desapareció de la habitación en un pequeño flash.
Un mismo flash, apareció en una villa muy lejos del centro del país de la Iglesia y los suburbios del país de Rómulo.
"Esta magia de teletransporte del árbol de habilidades de los hechiceros del mundo de Santuario es muy útil, pero llamativo…"
"Quien eres tú!"
Christel apareció en una habitación de la villa, donde el joven anterior vestido con ropas caras y elegantes, ahora se encontraba con un látigo, y una chica con ropas de monjas se encontraba encadenada a una pared con la ropa toda desgarrada y marcas rojas en la piel.
Christel miro a su alrededor con ojos serios, había detectado a quince mujeres que seguían a este tipo, y también a un especie de mayordomo.
Las mujeres se encontraban arrodilladas en el suelo, con el rostro inexpresivo y marcas de látigos en su ropa semidesgarrada.
"Te conozco, eres la niña con una alta vitalidad, je, je, je, je… pensaba ir a buscarte más noche, pero llegaste por ti misma… Atrápenla"
Diodora ignoro la forma en la que Christel apareció en su habitación, y ordeno a sus esclavas monjas atraparan a la niña, ya podía sentir el placer y regusto de azotar con su látigo a esta niña de cabellos rubios y de absorber su vitalidad.
Las chicas con ropas de monjas se pusieron de pie. Sus manos empezaron a brillar con múltiples colores.
Christel observo a estas chicas con el ceño fruncido, podía ver que sus ojos eran parecidos a los de las Rogues Corruptas en el mundo de Santuario.
Recuerdos de conocimientos pasaron por la mente de Christel, pensando en la descripción de este personaje en la novela de High School DxD, se podía imaginar los horrores que sufrieron estas chicas.
Pero a diferencia de las Rogues Corruptas, donde un verdadero diablo les arrebato el corazón y las atrapo en un mundo infernal, estas chicas solo tienen un daño psicológico. Haciendo que Christel se pregunte, cuál de los dos daños es peor…
Mientras Diodora se deleitaba con su siguiente adquisición de esclavo, se sorprendió al ver que múltiples vides aparecieron del suelo y atraparon a las quince chicas vestidas de monjas.
"Qué es eso?"
De pronto, toda la villa fue sumergida en un bosque instantáneo. Árboles, arbustos, pastos, invadieron la villa, como si la naturaleza recuperara su dominio.
Las chicas monjas solo pudieron retorcerse por unos segundos para intentar librarse, pero cayeron en un sueño cuando las múltiples flores se abrieron en toda la villa.
Christel, va a matar a Diodora, por lo que va a confundir a su Familia Astaroth con estas magias que no existen en este mundo.