"Llegaste más temprano de lo que pensaba" - dijo Kurama al ver cómo la mujer aparecía con una expresión seria en su rostro - "Vamos"
La mujer asintió mientras seguía al rubio, aunque Kurama podía detectar que ella estaba en alerta máxima.
Luego de unos pocos minutos, el dúo se detuvo a una distancia prudente desde su punto de partida, justo en un lugar aislado.
La mujer estaba tensa, y no era menos, después de todo, ella podía detectar que la postura del hombre que la había contratado, no parecía estar mostrando apertura alguna.
"Creo que este es un buen lugar para hablar, Kunoichi-san" - dijo Kurama mientras miraba a la mujer, quien abrió los ojos, sorprendida de que el chico haya descubierto su identidad, aunque esta sorpresa desapareció a los pocos segundos.
"¿Qué es lo que quieres?" - preguntó la mujer con una expresión hostil.
"Sabes quién eres" - respondió Kurama con simpleza.
"¿Por qué debería de responderte?" - dijo la mujer con desdén, solo para sentir un frío repentino en su cuello - ". . ."
"Porque eres una Kunoichi desconocida dentro del territorio de Konoha" - respondió Kurama con frialdad, solo para sentir cómo el aire se calentaba un poco, una sensación extrañamente familiar - "Esto es... [Shakuton (Elemento Quemar)]..."
La expresión de la mujer se distorsionó cuando escuchó esto, solo para liberar una potente cantidad de calor, aunque para el joven de cabello rojo, esto era manejable porque fuera de la temperatura, el chakra de la mujer no parecía tener la potencia para causarle daño.
"¡T-Tú!" - exclamó la mujer con una fiereza comparable a la que él había mostrado durante su pelea contra Shukaku. Lentamente, la mujer desactivó su Jutsu de transformación por culpa de perder la compostura, mostrando un rostro hermoso, cabello verde con dos largos mechones naranjas cubriendo parte de su rostro, y una figura comparable a la de Anko, con la diferencia de que ella era un poco más alta - "¡Mierda!"
"Shakuton no Pakura (Pakura del Elemento Quemar)" - dijo Kurama con el ceño fruncido - "Pensé que habías muerto..."
"Eso es lo que esos malditos traidores han dicho a todos" - respondió Pakura con una clara expresión de odio - "Pero no, yo logré sobrevivir"
Kurama frunció el ceño porque era obvio que había algo más en todo esto.
"¡Argh!" - las venas empezaron a marcarse en los brazos de Pakura mientras su chakra empezaba a salirse de control.
Kurama rápidamente se acercó, solo para ser recibido por una oleada de aire caliente, así que rápidamente retrocedió - ". . ."
"¡Todo es tu culpa!" - rugió Pakura mientras sus ojos marrones se llenaban de odio - "¡Si no fuera por tu estúpida curiosidad, yo no habría recordado mi pasado!"
Kurama simplemente respondió con acciones, él rápidamente apareció detrás de la mujer de Suna y le dio un golpe en la nuca lo suficientemente fuerte como para dejarla inconsciente, para luego empezar a revisar su pulso y palidecer ante la situación de la mujer.
"Esto es ridículo..." - murmuró Kurama con el ceño fruncido mientras pensaba detenidamente - "¿Cómo es posible que ella siga con vida luego de recibir estas heridas?"
El estado del cuerpo de la mujer de Suna era deplorable, su red de chakra estaba destrozada, parte de sus músculos estaban mostrando síntomas de necrosis, posiblemente a las características 'corrosivas' de su Kekkei Genkai, pero lo que era peor, es que las heridas internas de la mujer eran demasiadas y estaban tratadas de la forma más novata posible, era obvio que Pakura estaba sobreviviendo a duras penas, posiblemente gracias a su fuerte voluntad por vivir, o tal vez por el enorme odio dentro de ella.
Kurama se quedó observando a la mujer por unos cuantos minutos, hasta que ella recuperó la consciencia, aunque no lo mostró abiertamente.
"No es necesario que finjas, sé que estás despierta" - dijo Kurama con un tono tranquilo.
Pakura lentamente se levantó mientras soltaba una mueca de dolor - "¿Qué vas a hacer conmigo?"
"Eso depende de ti" - respondió Kurama mientras se cruzaba de brazos - "¿Qué haces aquí?"
"Sobrevivir, y buscando la forma de vengarme" - respondió Pakura con frialdad.
"¿Contra Suna?" - preguntó Kurama con una ceja levantada.
"Y contra Rasa por traicionarme" - respondió Pakura con un odio tan profundo como el del mismo Kyuubi no Kitsune - "¡Ellos merecen desaparecer!"
Kurama simplemente guardó silencio porque era obvio que no había forma de calmar a la mujer, aunque su expresión se puso tensa cuando vio cómo las venas de la mujer empezaban a sobresalir de su piel - "Ok, toma un respiro, si sigues así, explotarás en miles de pedazos"
Pakura se quedó en silencio antes empezar a respirar con dificultad - "Ok, ya estoy tranquila... puedes preguntar lo que quieras"
"No creo que sea una buena idea" - murmuró Kurama mientras fruncía el ceño - "Tu estado es aterrador..."
"Lo sé, cada día es como estar en el infierno" - respondió Pakura con odio en su mirada - "Pero voy a continuar viviendo hasta que logre matar a todos los que causaron mi situación actual con mis propias manos"
"Entonces, tenemos un pequeño problema, Rasa está muerto" - dijo Kurama con seriedad.
"¡Me tienes que estar jodiendo!" - rugió Pakura con furia, con vapor saliendo de su cuerpo, aunque rápidamente recuperó la compostura - "Habla..."
"Hagamos esto, primero respóndeme, y luego te hablaré todo lo que quieras" - respondió Kurama con los brazos cruzados,
Pakura se quedó en silencio unos segundos antes de soltar un suspiro pesado - "Ok, voy a hablar, aunque no es muy interesante..."
Kurama simplemente guardó silencio, esperando a que la mujer continuara.
"La verdad es que Rasa me envió como embajadora a Kiri, pero todo fue una trampa" - murmuró Pakura mientras sentía cómo sus emociones volvían a salirse de control - "Durante el viaje de ida, fui emboscada por ninjas de Kiri, y ahí fue donde descubrí que todo fue una trampa, ese bastardo de Rasa me usó como moneda de cambio para conseguir la ayuda de Kirigakure no Sato, ellos planeaban usarme como incubadora para un nuevo clan, pero luego de una hora de combate, logré escapar junto a un pequeño grupo de mis escoltas, lo que no sabía era que había una trampa sobre esa trampa, porque uno de mis supuestos aliados, me traicionó a mitad de camino, logró usar un veneno especial para destruir mi red de chakra, mató al resto de mis escoltas e intentó abusar de mí, usando como chivos expiatorios a los ninjas de Kirigakure, por suerte tuve la energía suficiente para matarlo antes de que algo sucediera, aunque esto solo causó que el daño se esparciera a más partes de mi cuerpo..."
Kurama no sabía qué decir en esta situación, después de todo, él no se esperó que la mujer de Suna hubiera tenido un pasado tan turbulento.
"Luego de matar a ese traidor, caí inconsciente al mar que rodeaba a Kiri, aunque por suerte, o por desgracia, logré sobrevivir lo suficiente para que mi cuerpo llegara a una playa de la [Tierra del Fuego], ahí me encontró una familia y me ayudó a recuperarme lo suficiente para poder caminar y empezar mi travesía hacia mi venganza, aunque como pudiste ver, mi cuerpo esta cada vez más débil, al punto que no sé cuánto tiempo me queda con vida..."
"¿Te gustaría firmar un contrato conmigo?" - preguntó Kurama con un tono serio.
"¿Un contrato?" - repitió Pakura con el ceño fruncido, solo para mirar con desdén al chico rubio - "¿A caso estás interesado en esta demacrada mujer?"
"No voy a negarlo, eres hermosa, pero no es por eso que te deseo" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza - "Como escuchaste, estamos buscando a Tsunade Senju, y ella es posiblemente la única persona que puede ayudarte"
La expresión de Pakura cambió ligeramente mientras digería lentamente estas palabras porque eran ciertas - "Ya veo... ¿Y qué es lo que deseas de mí?"
"Tu completa lealtad" - respondió Kurama con un tono serio - "Devoción completa hacia mí, y el clan Uzumaki"
La mujer nuevamente guardó silencio mientras pensaba detenidamente - "¿Hasta el día que muera?"
"Así es, y como parte del trato, prometo no abandonarte y a ayudarte a cumplir tu venganza, matar a todos los que causaron tu caída" - respondió Kurama con seriedad - "Solo te pido que no le hagas nada a los inocentes que no tuvieron nada que ver con la traición de Suna"
Pakura se quedó cayada mientras pensaba la propuesta que el chico de cabello rojo le había dado.
"¿Puedo pensarlo?" - preguntó Pakura luego de tomar un largo suspiro.
"Por supuesto, aunque antes, voy a contarte todo lo que sucedió en los últimos meses, todo lo que relacionado con Suna" - dijo Kurama mientras empezaba a relatar todo lo que sabía de la muerte de Rasa, así como lo que sucedió durante la invasión de Oto y Suna contra Konoha.
Mientras más escuchaba, más feliz estaba Pakura, después de todo, algunos de los shinobis de Suna que habían muerto en la invasión, eran parte de las personas que ella tenía en su lista de odio, aunque esto la llenó de un extraño vacío, después de todo, ella no había sido la responsable de sus muertes, aunque rápidamente se consoló pensando en que sus muertes fueron lentas y dolorosas.
"Bueno, al menos es algo" - pensó Pakura, expectante de que por fin podría liberarse del infierno que era su vida diaria.