"Entonces... déjame ver si entendí..." - dijo Kurama mientras miraba a la madre de Kiba, quien estaba cambiándose de ropa, sin importarle que el chico de cabello rojo la observara porque honestamente, eso era lo de menos luego de lo que habían hecho - "¿Cuándo un hombre somete a una hembra durante su celo, esta se vuelve completamente sumisa ante este?"
"Exacto, es por esto mismo que nosotras, las hembras del clan Inuzuka nos aislamos casi por completo cuando estamos en celo" - respondió Tsume mientras se lamía los labios - "Y cuando esto sucede, nosotras somos completamente leales a nuestro macho, incluso si este tiene a más hembras a su lado..."
"¿Más hembras?" - repitió Kurama con sorpresa porque no se esperaba esto de parte de Tsume.
"En nuestro clan, cuando un macho tiene a muchas hembras bajo su mando, demuestra su alto poder, lo que se traduce una mejor descendencia" - respondió Tsume con simpleza - "Aunque las posibilidades de que esto suceda son extremadamente bajas porque normalmente, solo una hembra del clan Inuzuka puede absorber la totalidad de la vitalidad de un macho del clan, y los pocos que lo lograron en el pasado, demostraron que esta ley era cierta, porque sus descendientes fueron más fuertes que el resto de su generación"
Kurama simplemente asintió en silencio mientras decidía no hablar más del tema, después de todo, esto no cambiaba el hecho de que ahora Tsume era parte de 'su clan' junto a Kushina, Mikoto y Anko, ahora que lo pensaba, era mejor que hablaran de esto cuando volvieran a la mansión del clan Uzumaki.
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"Ugh... ¿donde estoy?" - murmuró Jiraiya mientras intentaba recordar qué era lo que había sucedido para que él perdiera la consciencia, más con este enorme dolor de cabeza que sentía que le recordaba la fiesta que tuvo con sus fans que terminó con una visita al hospital por intoxicación.
"Es bueno ver que has despertado, ya estaba aburrido de vigilarte" - dijo una voz que el viejo sabio reconoció de inmediato.
"¿Gaki?" - dijo Jiraiya con sorpresa al ver al joven pelirrojo, solo para recordar lo que había visto antes de caer inconsciente - "¡Te cogiste a esa belleza del clan Inuzuka!"
"Es una forma burda de decirlo, pero sí, así fue" - respondió Kurama, o mejor dicho, el clon de este mientras negaba con la cabeza - "Pero en serio, siempre estás en el lugar equivocado"
"O en el lugar perfecto para conseguir inspiración" - respondió Jiraiya con orgullo, ignorando la mirada fría del joven del clan Uzumaki.
"No sabía que tenías un fetiche por ver cómo otros tienen sexo, Ero Sennin" - suspiró Kurama con aburrimiento - "En serio, hay formas más simples de decir que eres un puto degenerado"
"Ok, eso duele" - murmuró Jiraiya con el ceño fruncido - "Aunque no puedo defenderme de tus insultos"
"Aprendiste las malas mañas del viejo mono" - continuó Kurama con sarcasmo, aunque rápidamente notó algo en la cercanía, algo que podría ayudarle a aliviar un poco la irritación que sentía - "En fin, ahora que estás despierto, puedo desaparecer"
"¿No vas a soltarme?" - preguntó Jiraiya, quien había sentido desde un principio que estaba atado con una cuerda que parecía simular el Kekkei Genkai de Kushina - "Vamos, solo estaba jugando"
"No, así que buena suerte ~" - dijo Kurama antes de desaparecer en una cortina de humo.
Jiraiya soltó un suspiro pesado antes de escuchar cómo un arbusto cercano empezaba a moverse, aunque esto causó que él sintiera un mal presentimiento.
Lentamente, una pequeña nariz negra se asomó desde los arbustos, haciendo en el proceso que Jiraiya suspirara por el alivio, pero su expresión cambió cuando la cabeza del animal se mostró. Esta era algo parecida a un hurón, solo que completamente negro con una raya blanca recorriendo el centro de su cabeza hasta su nariz.
"Oh, mierda" - dijo Jiraiya con un sudor frío recorriendo su espalda, aunque para su dolor, este pequeño no vino solo, porque luego de unos segundos, otra pequeña criatura de iguales características apareció con una mirada curiosa en su rostro - "Oh, y trajiste a tu novia... qué lindo..."
Las dos pequeñas criaturas lentamente se acercaron al hombre de cabello blanco y empezaron a olfatearlo, curiosos y amigables, aunque Jiraiya sabía que en cualquier momento esto podría convertirse en una pesadilla, aunque el lado positivo era que estos pequeños parecían estar acostumbrados a la presencia humana.
"¿Q-Qué hacen por aquí?" - preguntó Jiraiya con una sonrisa amigable y forzada - "Es peligroso ~"
Los dos pequeños zorrillos parecieron entenderlo, así que rápidamente se fueron, haciendo en el proceso que Jiraiya soltara un suspiro de alivio, aunque esto solo duró unos pocos segundos porque los dos pequeños regresaron con sus tres hijos.
"¡Oh, vamos!" - rugió Jiraiya, aunque rápidamente palideció porque notó cómo la había cagado - "¡Me cago en tus muertos!"
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"¡MIS OJOS, MIS PUTOS OJOS!"
"¿Ese fue Jiraiya?" - preguntó Tsume con sorpresa al escuchar el aullido de dolor del sabio de cabello blanco a la distancia - "Cierto, él nos estuvo espiando"
Kurama simplemente guardó silencio mientras aguantaba las ganas de reír, porque él sabía qué era lo que había pasado para que el sabio pervertido gritara de esa manera.
"¿Qué fue lo que pasó?" - preguntó Tsume mientras se cruzaba de brazos, solo para empezar a reír cuando escuchó lo que había sucedido detrás de bambalinas - "Oh, mierda, eso tiene que doler como el infierno"
"Me preocupa más el desastre que hará cuando logre zafarse de ese amarre y tenga que ir a bañarse, por el sabio, no le desearía a nadie tener que aguantar su aroma" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza.
El dúo rápidamente entró a la mansión del clan Uzumaki, siendo recibidos por Kushina, quien estaba sorprendida de ver a su vieja amiga Tsume, aunque rápidamente comprendió lo que había sucedido cuando notó lo cercana que estaba la mujer del chico que había cuidado, así que rápidamente le lanzó una mirada.
"Lo explicaré cuando los demás se reúnan" - respondió Kurama mientras levantaba sus manos en señal de rendición.
Tsume se preparó para saludar, aunque su expresión cambió ligeramente cuando sintió un aroma familiar venir de la mujer de cabello rojo, así que rápidamente entrecerró los ojos. Era extraño cómo ella no se había percatado de esto antes, aunque luego de ser sometida por su macho, ella rápidamente entendió lo que estaba sucediendo - "Tú..."
"Lo hablaremos cuando el resto se reúna" - dijo Kushina mientras negaba con la cabeza.
Tsume asintió en silencio, para luego seguir a la matriarca del clan, aunque su expresión volvió a cambiar cuando sintió el mismo aroma venir de Mikoto - "Esto tiene que ser una broma"
"Es tal como piensas, de hecho, ya estamos embarazadas" - dijo Mikoto con una sonrisa maternal.
Tsume simplemente guardó silencio mientras le lanzaba una mirada extraña al chico, aunque tenía que admitir que estaba orgullosa de su pareja, después de todo, Kushina y Mikoto eran mujeres fuertes, lo que demostraba que sus cachorros tendrían un enorme potencial.
"Es fácil hablar con una Inuzuka sobre esto" - dijo Kushina mientras negaba con la cabeza - "Aunque tengo que admitir que estoy sorprendida de verte aquí"
"¿Qué puedo decir? Entré en celo cuando sentí la presencia de Kurama-kun como un potencial macho" - respondió Tsume mientras se cruzaba de brazos.
"Eso explica la enorme fricción entre ustedes" - asintió Mikoto mientras recordaba las interacciones entre el joven de cabello rojo y la matriarca del clan Inuzuka.
"¿Y qué vas a hacer ahora?" - preguntó Kushina con una mirada seria, después de todo, ella sabía lo que significaba que Tsume fuera tan sumisa con su protegido.
"Voy a hablar con mi hija Hana para que tome el control del clan mientras que Kiba madura lo suficiente para ser el nuevo líder" - respondió Tsume con una mirada tranquila, aunque su expresión rápidamente cambió cuando recordó algo - "¡Oh, mierda, Kiba!"
Sin pensarlo dos veces, la hermosa mujer de cabello salvaje salió corriendo hacia su casa.
"¿Qué fue eso?" - preguntó Kurama, sorprendido de lo rápido que había cambiado todo.
"No lo sé, pero creo que será mejor que la sigas" - dijo Kushina mientras negaba con la cabeza - "Por cierto, te pido que no vuelvas a tener sexo con alguna de nuestras amigas"
"Y si lo haces, al menos avísanos antes" - agregó Mikoto, ganándose una mirada en blanco de su amiga - "¿Qué?"
"Solo ve" - dijo Kushina mientras negaba con la cabeza.
"Vuelvo en un rato" - dijo Kurama mientras corría detrás de la matriarca del clan Inuzuka.
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"Gracias por la bendita comida" - dijo Kiba con lágrimas en los ojos.
La situación había sido esta, normalmente, Tsume o Hana vuelven a casa para darle comida a Kiba, o al menos dinero para que él pueda salir a comer, pero con la 'ocupada' que estaba la matriarca del clan Inuzuka, y con la operación de emergencia que Hana tuvo que realizar, nadie fue a darle dinero a Kiba, y lo que era peor, Kakashi por fin empezó a hacer su trabajo como Jonin Sensei y le había hecho entrenar como nunca.
"Lo que no entiendo es por qué no fuiste donde alguno del grupo a pedirles prestado" - dijo Kurama mientras le daba una mirada en blanco.
"¡Estaba cansado y con hambre!" - exclamó Kiba con el rostro rojo por la vergüenza, porque honestamente él no lo había pensado por la fatiga que sentía - "A todo esto... ¿Qué haces aquí?"